La ausencia por imposición me hace bien.
Sin embargo, hoy el mundo de los sueños me atrapó: Ñás.
Visita sin avisar. Amabilidad de una madre. Langostinos en la nevera.
Puerta apuntalada y un montón de recuerdos por recuperar, antes de volver a la vida real.
Luego:
Lloro de rigor y café para desayunar.