2020, año capicúa. Una putamierda vamos.

 




He vivido momentos más tristes. Aún así, siento que cada pilar que conforma mi existencia se derrumba con cada paso. Toda mi vida aprendiendo a guardar, y lo más importante es SOLTAR. 

Conformándome a mí misma en una soledad tranquila. Qué miedo da sentir que no quieres nada más. Es difícil subir sin escalones con pies de plomo. Hay que subir ; y el momento no es otro que AHORA.

Pienso en que las alegrías que me alimentaban la vida restan sin más. Me deslizo entre el vaivén de la cordura y el sinsentido. Hay un fino equilibrio que me sostiene: 

Las ganas de dejarme caer contra lo que hay que hacer. 

Solo espero que el esfuerzo dé sentido a todo esto.