La puerta de la felicidad se abre hacia dentro, hay que retirarse un poco para abrirla: si uno la empuja, la cierra cada vez más.
melancolía
desde muy pequeña siempre he tenido la necesidad incesante de querer parar el tiempo,
pero nunca lo consigo!
A veces la necesidad y la realidad se tornan enemigos irreconciliables
Vidica aquí, vidica allá!
humanoides y parásitos
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